Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Europa

No me lo puedo explicar - Tiziano Ferro

Me falta un poco el aire que soplaba o simplemente tu espalda blanca. Y ese reloj ya no andaba de mañana a tarde siempre se paraba como yo él te miraba. Nunca lloraré por ti a pesar de lo que un tiempo fui, no, no... Sí, lo admito, alguna vez te pienso pero no me tocas más. Sólo que pensaba lo inútil que es desvariar y creer que estoy bien cuando es invierno, pero tú no me das tu amor constante, no me abrazas y repites que soy grande, me recuerdas que revivo en muchas cosas. Casas, viajes, coches, libros, páginas de diario que aún si ya no valgo nada por lo menos yo te permito caminar y si quieres te regalo sol y mar. Excusa, sabes, no quisiera molestar pero como esto puede acabar. No me lo puedo explicar, yo no lo puedo explicar. La negra noche y la luna llena nos ofrecían sólo un poco de atmósfera, yo la amo todavía, cada detalle es aire que me falta y si estoy así es por la primavera pero sé que es una excusa, no, no, no. Sólo que pensaba lo inútil que es desvariar y creer que esto...

Dame tu aire - Alex Ubago

Hoy te perdí una vez más al despertar. Si soñara la realidad y viviera lo que se fue. Mi amor, míralo, pintando un cuadro sin color. Puedo ver un paisaje gris que refleja mi interior y en él , y en él... Palomas blancas vuelan raso, sobre el tejado brilla el sol y ríen todos menos yo que ahora soy un reo más, pidiendo a gritos la verdad. Mi vida eres tú y si te vas vendrá la oscuridad. Dame tu aire un día más para que pueda respirar que un rayo de luz me haga brillar, qué muera soledad. Hoy soñaré que despierto junto a ti y te canto canciones que anoche te escribí. Y llegaré por ti a donde nadie pudo ir, puedo ver el mejor lugar de tantos que conocí, y en él, y en él... Palomas blancas vuelan raso, sobre el tejado brilla el sol y ríen todos menos yo que ahora soy un reo más, pidiendo a gritos la verdad. Mi vida eres tú y si te vas vendrá la oscuridad Dame tu aire un día más para que pueda respirar que un rayo de luz me haga brillar, qué muera soledad. Que ahora soy un reo más, pidiendo...

Recuerda - Christina Rossetti

Recuérdame después de haberme ido cuando, bajo la tierra silenciosa no me alcance tu mano temblorosa ni pueda desandar lo recorrido. Recuérdame sin más cuando perdido el sueño que soñaste, cual la rosa, se deshoje, pues ya ninguna cosa, promesa o ruego, llegará a mi oído. Mas si me olvidas por un tiempo, amado, al reparar en ello no te aflijas. Si la muerte y los vermes han dejado algún vestigio de mi pensamiento, prefiero que me olvides si contento estás a que me evoques y te aflijas. 

When I am dead, my dearest - Christina Rossetti

Un poema de Christina Rossetti con arreglo musical Cuando esté muerta, mi amor, no cantes tristes canciones para mí, no plantes rosas en mi cabeza ni sombríos cipreses: sé la hierba verde sobre mí, con rocíos y gotas mójame; y si te marchitas, recuerda; y si te marchitas, olvida. Ya no veré las sombras, no sentiré la lluvia, no escucharé al ruiseñor cantando su dolor: y soñando a través del crepúsculo que no crece ni desciende, felizmente podría recordar, y felizmente podría olvidar.

A Conversation with Igor Stravinsky, 1957 (Conversación con Igor Stravinsky)

¡Increíble!

A Monodrama - Alfred Tennyson

A Monodrama  By Alfred Tennyson O that 'twere possible After long grief and pain To find the arms of my true love Round me once again! When I was wont to meet her In the silent woody places By the home that gave me birth, We stood tranced in long embraces Mixt with kisses sweeter sweeter Than anything on earth. A shadow flits before me, Not thou, but like to thee: Ah Christ, that it were possible For one short hour to see The souls we loved, that they might tell us What and where they be. It leads me forth at evening, It lightly winds and steals In a cold white robe before me, When all my spirit reels At the shouts, the leagues of lights, And the roaring of the wheels.  Half the night I waste in sighs, Half in dreams I sorrow after The delight of early skies; In a wakeful doze I sorrow For the hand, the lips, the eyes, For the meeting of the morrow, The delight of happy laughter, The delight of low replies. 'Tis a morning pure and sweet, And...

Rima LXVI. ¿De dónde vengo? - Gustavo Adolfo Bécquer

¿De dónde vengo?… El más horrible y áspero de los senderos busca: las huellas de unos pies ensangrentados sobre la roca dura; los despojos de un alma hecha jirones en las zarzas agudas te dirán el camino que conduce a mi cuna. ¿Adónde voy? El más sombrío y triste de los páramos cruza; valle de eternas nieves y de eternas melancólicas brumas. En donde esté una piedra solitaria sin inscripción alguna, donde habite el olvido, allí estará mi tumba.

400o. aniversario del nacimiento de Murillo

Bartolomé Esteban Murillo fue un pintor barroco español.  

Cosas que se llaman de forma distinta en América Latina y España

¡Interesante!

El rincón feliz - Henry James

El espantoso mundo - Baudelaire

Ninguna bomba es justa

#NingunaBombaEsJusta #TodaGuerraEsUnNegocio

Amy Winehouse - Back To Black

We only said good-bye with words...

Band on the run - Paul McCartney - Wings

This night...

Los sollozos - Marceline Desbordes-Valmore

¡El infierno está aquí! El otro no me asusta. Empero, el purgatorio mi corazón disgusta. De él me han hablado mucho y su nombre funesto en mi corazón débil ha encontrado su puesto. Cuando la ola de días va agostando mi flor, el purgatorio veo al perder el color. ¡Si es cierto lo que dicen, es preciso ir allí, Dios de toda existencia, para llegar a ti! Allí habrá que bajar, sin más luna ni luz que el peso del temor y del amor la cruz. Para oír cómo gimen las almas condenadas sin poderles decir “¡Estáis ya perdonadas!” ¡Dolor de los dolores; no poder agotar los sollozos que intentan por doquiera brotar! De noche tropezar en celdas intranquilas que ningún alba tiñe con sus claras pupilas. Ni poder decir al Señor incomprendido: “¡Ay, Salvador de mi alma!, ¿es que aún no has venido?” Me escondo; tengo miedo de tener miedo y frío, como el ave caída teme por su albedrío. A un recuerdo mis brazos vuelvo a abrir tristemente, y mi alma más cercana el purgatorio sie...

Encuentro - Villiers de L'Isle Adam

Agitabas tu antorcha oscura. No sospechabas estar muerta. ¡Mi corazón forjó una puerta y tiene una huesa segura! ... ¡No resucitarás nunca!

Esta noche - Stéphane Mallarmé

La sombra amenaza ya con su fatal ley a un viejo afán que mis vértebras ha deshecho; triste por perecer bajo el fúnebre techo sus alas posó en mí. ¡Ay, sala de carey y de ébano, capaz de sobornar a un rey, la Muerte las guirnaldas de gloria ha contrahecho y es mentira tu orgullo para el que satisfecho de fe, vive alejado de la equívoca grey! Sé que en la inmensidad de esta noche, la Tierra arroja un resplandor de misterio que yerra a través de los siglos, cual fúlgido remedio. El idéntico espacio, anulado o crecido, a los testigos fuegos muestra desde su tedio que en un rastro, entre fiestas, un genio se ha encendido.

Renunciamiento - Marceline Desbordes-Valmore

Perdóname, Señor, mi semblante afligido; bajo la feliz frente colocasteis las lágrimas de tus dones, Señor, es el que no he perdido. Don menos codiciado, quizá sea el mejor. Yo ya no he de morir en vínculos de encanto; os los devuelvo todos, ¡ay, adorado Autor para mí sólo tengo la sal que deja el llanto! A los niños flores, a la mujer la sal; para que la limpiéis mi vida he de entregaros, cando esta sal, Señor, lave mi alma, lustral, volvedme el corazón, para siempre adoraros. Toda extrañeza mí del mundo se ha extinguido y se despidió el alma dispuesta ya a volar para alcanzar el fruto, al misterio acogido, que la púdica Muerte sólo ha de cosechar. Señor, con otras madres sé tierno mientras tanto, por la tuya y por lástima de esta pena que ves... Bautizáles los hijos con nuestro amargo llanto y levanta a los míos caídos a tus pies.

Inquietud - Marceline Desbordes-Valmore

¿Qué es, pues lo que me turba y qué es lo que me espera? En el pueblo, me aburro; me apena la ciudad.      Los goces de mi edad no me alivian el tiempo que nunca acelera. No ha mucho, la amistad, la estudiosa virtud, llenaban, sin esfuerzo, mis ocios apacibles. ¿Qué objeto tendrán mis deseos indecibles? Lo ignoro y lo persigo con creciente inquietud. Si para mí la dicha no era la alegría, y hoy, temiendo las lágrimas igual que la locura, si tampoco la encuentro en mi melancolía,               ¿dónde hallar la aventura?