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Mostrando entradas de marzo, 2014

100 Aniversario del nacimiento de Octavio Paz

Poeta, escritor, ensayista y diplomático mexicano. Premio Nobel de Literatura de 1990. Nació el 31 de marzo de 1914 y murió el 19 de abril de 1998.

El poseído - Charles Baudelaire

El sol se cubrió con un crespón. Como él, ¡oh luna de mi vida!, arrópate con sombras; duerme o fuma a tu antojo, estate muda, estate sombría y húndete del todo en el abismo de la Monotonía; ¡así te amo! Sin embargo, si hoy quieres. como un astro eclipsado que sale de la penumbra, pavonearte en los lugares que la Locura atesta, ¡está bien! Encantador puñal, ¡sal de tu funda! ¡Enciende tu pupila con la llama de las bujías! ¡Enciende el deseo con las mirada de los zafiros! Todo en ti me es placer, mórbido o impetuoso; sé lo que quieras, noche oscura, rojo amanecer, no hay ni una sola fibra en todo mi cuerpo tembloroso que no grite: ¡Oh querido Belcebú, te adoro!

Gimnasio para gatos

¡¡Uno así para mi gato!! XD

Plan diabólico... XD

¡Esto fue muy maléfico!  XD * Entonces Satanás dijo: "Coloca el alfabeto en las Matemáticas..."

La luna enamorada de la noche

¡Hermosa imagen!

A little of coffee

¡Ah, tierno!

La musa enferma - Charles Baudelaire

Mi pobre musa ¡lástima! ¿Qué te pasa esta mañana? Tus hundido ojos están poblados de nocturnas visiones, y veo uno tras otro reflejados en tu tez la locura y el horror, fríos y taciturnos. El verdusco súcubo y el rosa duende ¿te han vertido el miedo y el amor de sus vasijas? La pesadilla, con un despótico y travieso puño ¿te has ahogado en el fondo de un fabuloso Minturno ? Quisiera que desprendiendo el olor de la salud tu pecho de fuertes pensamientos fuera siempre concurrido, y que tu sangre cristiana se derramase con rítmicas oleadas, como los numerosos sonidos de antiguas sílabas, donde reinan uno tras otro el padre de las canciones,  Febo, y el gran Pan, el señor de las cosechas.

El reloj - Charles Baudelaire

¡Reloj!, dios siniestro, espantoso, impasible, cuyo dedo nos amenaza y nos dice: ¡Acuérdate! Los vibrantes Dolores en tu corazón espantado pronto se clavarán como en una blanca diana; el Placer vaporoso escapará hacia el horizonte igual que una sílfide al fondo entre bastidores; a cada instante te devora un trozo del deleite a cada hombre concedido para toda su existencia. Tres mil seiscientas veces por hora, el Segundero susurra: ¡Acuérdate! -Rápido, con su voz de insecto, el Ahora dice: ¡Yo soy el Antes, y he chupado tu vida con mi trompa inmunda! Remember! ¡Acuérdate , pródigo! ¡Esto memor! (Mis fauces de metal hablan todas las lenguas.) ¡Los minutos, moral alocado, son gangas que no hay que soltar sin extraer su oro! ¡Acuérdate que el Tiempo es un jugador ávido que gana sin trampas, a cada golpe!, es la ley. El día declina: aumenta la noche, ¡Acuérdate! El abismo siempre tiene sed; la clepsidra se vacía. Pronto sonará la hora en la que el divino Azar, e

Correspondencias - Charles Baudelaire

La Naturaleza es un templo donde pilares vivos dejan salir a veces confusas palabras: lo atraviesa el hombre a través de bosques de símbolos que le observan con familiares miradas. Cual largos ecos que desde lejos se confunden en una tenebrosa y profunda unidad vasta como la noche y como la claridad, los perfumes, los colores y los sonidos se responden. Hay perfumes frescos como carnes de niños, suaves como los oboes, verdes como las praderas, -y otros, corrompidos, ricos y triunfantes, que, teniendo la expansión de las cosas infinitas como el ámbar, el almizcle, el benjuí y el incienso, cantan los tránsitos del espíritu y de los sentidos.

III - Odysseas Elitys

III Así hablo de ti y de mí Porque te amo y en el amor sé Entrar como Plenilunio, por todas partes, Y hallar tu pequeño pie bajo las inmensas sábanas Sé deshojar jazmines -porque tengo la fuerza De soplar y llevarte adormecida A través de luminosos pasajes, secretas galerías marinas Y árboles hechizados con telarañas plateadas Las olas han oído hablar de ti Cómo acaricias, cómo besas Cómo susurras el "qué" y el "eh" Alrededor de la garganta, de la bahía, Siempre nosotros la luz y la sombra Siempre tú la estrellita y siempre yo la nave oscura Siempre tú el puerto y yo el fanal a la diestra El muelle mojado y el brillo de los remos En lo alto la cada con las enredaderas Las rosas sujetadas, el agua que refresca Siempre tú la estatua de piedra y yo la sombra que crece.

II - Odysseas Elytis

II Estoy de luto por el sol y por los años que vendrán Sin nosotros y canto por aquellos que han pasado Si todo eso fue verdad Cuerpos en armonía y barcas que chocaron suavemente Guitarras que titilaron bajo las aguas Los "creéme" y los "no" A vece en el aire, a veces en la música Nuestras manos, dos pequeños animales, Esperando subir furtivamente el uno sobre el otro La maceta con la albahaca en las puertas abiertas Y los trozos del mar que nos seguía Por encima de las tapias, detrás de los cercos Por la anémona que se posó sobre tu mano Y por el malva que tembló tres veces tres días sobre las cascadas Si todo eso fue verdad yo canto Por la vida de madera y el tapiz cuadrado Por la Gorgona, en la pared, se suelta cabellera Por el gato que nos miró en medio de la oscuridad Niño con el incienso y la cruz bermeja Cuando la noche cae sobre lo inaccesible de las rocas Estoy de luto por la prenda que rocé y el mundo fu

I - Odysseas Elytis

I Desviará hacia otra parte las líneas De la mano, el Destino, como un guardajugas Y por un instante el Tiempo consentirá De qué otra manera, puesto que los hombres se aman El cielo encarnará nuestras entrañas Y la inocencia castigará al mundo Con la aspereza de la muerte negra