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Mostrando entradas de diciembre, 2010

Los 4 acuerdos

Hay días en que pequeñas reflexiones nos llegan y nos conmueven. Éstas son algunas de ellas: 1. No supongas No des nada por supuesto. Si tienes Duda, aclárala. Si Sospechas, pregunta. Suponer te hace inventar historias increíbles que sólo envenenan tu alma y que no tienen Fundamento. 2. Honra tus palabras Lo que sale de tu boca es lo que eres tú. Si no honras tus palabras, no te estás honrando a ti mismo; y si no te honras a ti mismo, no te amas. Honrar tus palabras es ser coherente con lo que piensas y con lo que haces. Eres auténtico y te hace respetable ante los demás y ante ti mismo. 3. Haz siempre lo mejor Si siempre haces lo mejor que puedas, nunca podrás recriminarte ni arrepentirte de nada. 4. No te tomes Nada personal Ni la peor Ofensa. Ni el peor Desaire. Ni la más grave Herida. En la medida que alguien te quiere lastimar en esa medida ese alguien se lastima a sí mismo. Pero el problema es de Él y no tuyo.

Memorial de Tlatelolco - Rosario Castellanos

La oscuridad engendra la violencia y la violencia pide oscuridad para cuajar en crimen. Por eso el dos de octubre aguardó hasta la noche para que nadie viera la mano que empuñaba el arma, sino sólo su efecto de relámpago. Y a esa luz, breve y lívida, ¿quién? ¿Quién es el que mata? ¿Quiénes los que agonizan, los que mueren? ¿Los que huyen sin zapatos? ¿Los que van a caer al pozo de una cárcel? ¿Los que se pudren en el hospital? ¿Los que se quedan mudos, para siempre, de espanto? ¿Quién? ¿Quiénes? Nadie. Al día siguiente, nadie. La plaza amaneció barrida; los periódicos dieron como noticia principal el estado del tiempo. Y en la televisión, en la radio, en el cine no hubo ningún anuncio inercalado ni un minuto de silencio en el banquete. (Pues prosiguió el banquete.) No busques lo que no hay: huellas, cadáveres, que todo se lo ha dado como ofrenda a una diosa: a la Devoradora de Excrementos. No hurgues en los archivos pues nada consta en actas. Ay, violenci

Desamor - Rosario Castellanos

Me vio como se mira al través de un cristal o del aire o de nada. Y entonces supe; yo no estaba allí ni en ninguna parte ni había estado nunca ni estaría. Y fui como el que muere en la epidemia, sin identificar, y es arrojado a la fosa común.

Encargo - Rosario Castellanos

Cuando yo muera dadme la muerte que me falta y no me recordéis. No repitáis mi nombre hasta que el aire sea transparente otra vez. No erijáis monumentos que el espacio que tú ves entero lo devuelvo a su dueño y señor para que advenga el otro, el esperado y resplandezca el signo del favor.

Privilegio del suicida - Rosario Castellanos

El que se mata mata al que lo amaba. Detiene el tiempo -el tiempo que es de todos y no era sólo suyo- en un instante: aquel en que alzó el vaso colmado de veneno; en que segó la yugular; en que hendió con largos gritos el vacío. Ah, la memoria atónita, sin nada más que un huésped, la atención que regresa como un tábano siempre hasta el mismo punto intraspasable y la esperanza que amputó sus pies para ya no tener que ir más allá. Ay, el sibreviviente, el que se pudre a plena luz, sepulcro de par en par abierto, paseante de hediondeces y gusanos, presencia inerme ante los ojos fijos de juez, ¿y quién entonces no osa empuñar la vara del castigo? ¡Condenación a vida! (Mientras el otro, sin amarraduras, alcanza la inocencia del agua, las esencias simplísimas del aire y, materia fundida en la materia como el amante en brazos del amor, se reconcilia con el universo.)

Amanecer - Rosario Castellanos

¿Qué se hace a la hora de morir? ¿Se vuelve la cara a la pared? ¿Se agarra por los hombros al que está cerca y oye? ¿Se echa uno a correr, como el que tiene las ropas incendiadas, para alcanzar el fin? ¿Cuál es el rito de esta ceremonia? ¿Quién vela la agonía? ¿Quién estira la sábana? ¿Quién aparta el espejo sin empañar?

Apelación al solitario - Rosario Castellanos

Es necesario, a veces, encontrar compañía. Amigo, no es posible ni nacer ni morir sino con otro. Es bueno que la amistad le quite al trabajo esa cara de castigo y a la alegría ese aire ilícito de robo. ¿Cómo podrías estar solo a la hora completa, en que las cosas y tú hablan y hablan hasta el amanecer?

El despojo - Rosario Castellanos

Me arrebataron la razón del mundo y me dijeron: gasta tus años componiendo este rompecabezas sin sentido. No hay más. Un acto es una estatua rota. Una palabra es sólo la imagen deformada en un espejo. ¿Qué vas a amar? ¿Un cuerpo que se pudre -ese pantano lento en que te ahogas- o un alma que no existe? ¿Qué puedes esperar? El tiempo es lo continuo y si dices "mañana" mientes, pues dices "hoy". Ni siquiera se muere. Algo muy leve cambia y sigues, dura, en piedra; creciendo en vegetal y otra vez despertando en lo que eras. Otra vez. Otra vez. Me dijeron: ni busques. Nada se te ha perdido. Y los vi desde lejos ocultar lo que roban y reír.

Destino - Rosario Castellanos

Matamos lo que amamos. Lo demás no ha estado vivo nunca. Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere un olvido, una ausencia, a veces menos. Matamos lo que amamos. ¡Que cese ya esta asfixia de respirar con un pulmón ajeno! El aire no es bastante para los dos. Y no basta la tierra para los cuerpos juntos y la ración de la esperanza es poca y el dolor no se puede compartir. El hombre es animal de soledades, ciervo con una flecha en el ijar que huye y se desangra. Ah, pero el odio, su fijeza insomne de pupilas de vidrio; su actitud que es a la vez reposo y amenaza. El ciervo va a beber y en el agua aparece el reflejo de un tigre. El ciervo bebe el agua y la imagen. Se vuelve -antes que lo devoren- (complice, fascinado) igual a su enemigo. Damos la vida sólo a lo que odiamos.

Trayectoria del polvo Vll - Rosario Castellanos

He aquí que la muerte tarda como el olvido. Nos va invadiendo lenta, poro a poro. Es inútil correr, precipitarse, huir hasta inventar nuevos caminos y también es inútil estar quieto sin palpitar siquiera para que no nos oiga. Cada minuto es la saeta en vano disparada hacia ella, eficaz al volver contra nosotros. Inútil aturdirse y convocar a fiesta pues cuando regresamos, inevitablemente, alta la noche, al entreabrir la puerta la encontramos inmóvil esperándonos. Y no podemos escapar viviendo porque la Vida es una de sus máscaras. Y nada nos protege de su ira ni la humanidad sumisa hacia su látigo ni la entrega violenta al círculo cerrado de sus brazos.

Cuervos - Gabriel Zaid

Tienes razón: para qué. Se oye una lengua muerta: paraké . Un portazo en la noche: paraqué . Ráfagas agoreras: volar de paraqués. Hay diferencias de temperatura y sopla un leve para qué. Parapeto asesino: para qué. Graznidos carniceros: pa-ra-qué, pa-ra-qué. Un revólver vacía todos sus paraqués. Humea una taza negra de café.

Teofanías - Gabriel Zaid

No busques más, no hay taxis. Piensas que va a llegar, avanzas, retrocedes, te angustias, desesperas. Acéptalo por fin: no hay taxis. Y ¿quién ha visto un taxi? Los arqueólogos han desenterrado gente que murió buscando taxis, mas no hay taxis. Dicen que Elías, una vez, tomó un taxi, mas no volvió para contarlo. Prometeo quiso asaltar un taxi. Sigue en un sanatorio. Los analistas curan la obsesión por el taxi, no la ausencia de taxis. Los revolucionarios hacen colectivos de lujo, pero la gente quiere taxis. Me pondría de rodillas si apareciera un taxi. Pero la ciencia ha demostrado que los taxis no existen.

Claridad furiosa - Gabriel Zaid

No aceptamos lo dado, de ahí la fantasía. Sol de mis ojos: eternidad aparte, pero mía. Pero se da el presente aunque no estés presente. Luz a veces a cántaros, pan de cada día. Se dan tus pensamientos, tuyos como los pájaros. Se da tu soledad, tuya como tu sombra, negra luz fulminante: bofetada del día.

Tumulto - Gabriel Zaid

 Me empiezan a desbordar los acontecimientos (quizá es eso) y necesito tiempo para reflexionar (quizás es eso). Se ha desplomado el mundo. Toca el Apocalipsis. Suena el despertador. Los muertos salen de sus tumbas, mas yo prefiero estar muerto.

Sombras benignas - Gabriel Zaid

Clara posteridad de tranquilos cipreses que entre las tumbas blancas hacen clara la muerte. Huele el aire llovido. Sol y ramas benignas. Pájaros desprendidos acercan las colinas. No era sombras sombrías ¡oh sol mediterráneo! las que en tierra pedían mis huesos y mi cráneo.

Uso de abajo y debajo

Abajo - Adverbio que indica ubicación inferior, en dirección a la parte más baja o derribar. Ejemplos: - María está en la azotea y Juan está en una habitación, abajo. - Lo vi caminar para abajo. - Mis objetivos se vinieron abajo. Debajo - Adverbio que indica ubicación inferior inmediata. Ejemplo: - El libro está debajo de la libreta. - El perro está debajo de la mesa.

Uso de adelante y delante

Adelante - Abverbio que indica: - Más allá y suele usarse con verbos de movimiento: Ve adelante. - También significa hacia el frente: debes seguir camino adelante. Delante : Adverbio esquivalentea enfrente inmediato. - Delante de ti. - El carro está delante de la casa.

Uso de atrás y detrás

¿Cuándo se usan? La respuesta así de sencilla: Atrás - Adverbio que indica la parte posterior de un espacio, hecho o acción. Ejemplos: - Los que están atrás no escuchan bien. - Voy atrás de la fila (al último). - Eso sucedió tiempo atrás. Detrás - Adverbio que indica la parte posterior inmediata de una persona o cosa. Ejemplos: - Detrás de ti. - Detrás del telón.

Janucá

Janucá (חֲנֻכָּה, y sin puntuación diacrítica חנוכה), llamada la " Fiesta de las luces ", es una festividad judaica que es celebrada durante ocho días, y en la que se conmemora la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía a manos de los macabeos sobre los griegos, y la posterior purificación del Templo de Jerusalén de los iconos paganos, en el siglo II aC. La tradición judía habla de un milagro, en el que pudo encenderse el candelabro del Templo durante ocho días consecutivos con una exigua cantidad de aceite, que alcanzaba solo para uno. Esto dio origen a la principal costumbre de la festividad, que es la de encender, en forma progresiva, un candelabro de nueve brazos llamado Janukiá (uno por cada uno de los días más un brazo "piloto"). Es importante destacar que aquellos a los que se les llamaba JEPOS no podian participar en estas fiestas dado que ellos carecian de inteligencia, musculos y sentido común. La festividad acontece el

John Logie Baird - Inventor de la televisión

John Logie Baird (Helensburgh, Escocia, 13 de agosto de 1888 - Bexhill-on-Sea, East Sussex, Inglaterra, 14 de junio de 1946), fue un ingeniero y físico escocés. Delicado de mala gana toda su vida y de carácter solitario, en el Real Colegio Técnico; fue uno de los pioneros de la televisión, creando el sistema electromecánico de exploración de la imagen (o televisión electromecánica) basado en el disco de Nipkow. En 1922 investigó la posibilidad de transmitir imágenes a distancia, en 1924 consiguió transmitir la imagen parpadeante de una cruz de Malta y en 1926, el 26 de enero, realizó en Londres la primera demostración pública de su sistema ante un grupo de científicos : su muñeco, la vieja marioneta Bill, fue el primer ser en aparecer en una pantalla de televisión. La imagen tenía una resolución de apenas 25 líneas y era diminuta, pero el rostro era perfectamente reconocible. En 1927 logra, por medio de un cable telefónico, transmitir una señal de televisión entre Glasgow

Las generaciones te la telefonía inalámbrica.

--Primera generación (1G) La 1G de la teleonía móvil hizo su aparición en 1979 y se caracterizó por se analógica y estrictamente para voz. La calidad de los enlaces era muy baja, tenían baja velocidad (2400 bauds). En cuanto a la transferencia entre celdas, era muy imprecisa ya que contaban con una baja capacidad (Basadas en FDMA, Frequency Division Multiple Access) y, además, la seguridad no existía. La tecnología predominante de esta generación es AMPS (Advanced Mobile Phone System). --Segunda generación (2G) La 2G arribó hasta 1990 y a diferencia de la primera se caracterizó por ser digital. EL sistema 2G utiliza protocolos de codificación más sofisticados y se emplea en los sistemas de telefonía celular actuales. Las tecnologías predominantes son: GSM (Global System por Mobile Communications); IS-136 (conocido también como TIA/EIA136 o ANSI-136) y CDMA (Code Division Multiple Access) y PDC (Personal Digital Communications), éste último utilizado en Japón. Los p

Breve historia de la telefonía celular.

Martin Cooper fue el pionero en esta tecnología, a él se le considera como "el padre de la telefonía celular" al introducir el primer radioteléfono, en 1973, en Estados Unidos, mientras trabajaba para Motorola; pero no fue hasta 1979 cuando aparecieron los primeros sistemas comerciales en Tokio, Japón por la compañía NTT. En 1981, los países nórdicos introdujeron un sistema celular similar a AMPS (Advanced Mobile Phone System). Por otro lado, en Estados Unidos, gracias a que la entidad reguladora de ese país adoptó reglas para la creación de un servicio comercial de telefonía celular, en 1983 se puso en operación el primer sistema comercial en la ciudad de Chicago. Con ese punto de partida, en varios países se diseminó la telefonía celular como una alternativa a la telefonía convencional inalámbrica. La tecnología tuvo gran aceptación, por lo que a los pocos años de implantarse se empezó a saturar el servicio. En ese sentido, hubo la necesidad de desarrollar e implan