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Mientras tanto...

En México inició la vacunación, parecía que el personal médico sería la prioridad, pero la organización del gobierno federal decidió otra cosa. Hay doctores, tanto de sector privado como públco, que no han recibido la primera dosis; para la segunda, el paso es lento. 

Si lo anterior es preocupante, lo es mucho más el caso de los adultos mayores. Fueron convocados en multitud, entre el frío y el calor del invierno, con la identificación que conste la edad +60 y el domicilio (localidad) para evitar que "los de fuera" sean vacunados y le quiten el lugar a alguien local. Ha sido tremendo, inhumano, ver cómo fue y es expuesta la gente. "Los servidores/siervos de la nación", al inicio, fueron incapaces de aceptar sugerencias una organización que agilizará el proceso.

Cuando iniciaron las jornadas de vacunación, mucha gente fue rechazada por no vivir en la localidad donde se aplicaban las vacunas, valió un cacahuate haber hecho fila y esperar. En los días finales de dichas jornadas, buscaban a la gente, no podían desperdiciar dosis (?), sólo así buscaron y aceptaron personas de otras localidades.

¿Qué vimos?

Una campaña de vacunación sin pies ni cabeza.

¿Por qué?

Porque las Jurisdicciones Sanitarias, y sus años de experiencia, no fueron tomadas en cuenta, ni para asesorarse. Los gobiernos locales tampoco tuvieron que ver. 

El pueblo se quejó de todo mundo, pero el reclamo a quien compete ni le cayó ni le caerá.

Conclusión:

Personal médico exhausto, falta de vacunas, personas confiadas porque "los números" indican una baja  de contagios (?) y tantos otros jalan por su lado. Y México es el peor lugar del mundo donde se vive la pandemia, dicen.


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