Ya no me engañas, flor,
cuando apareces en la rama fruta.
¿Por qué me engañaría
si tú - para cambiar de cara -
cambias un día
de edad?
El rostro de mañana,
fruto de las doncellas
líneas de hoy,
ha de traer un hueco necesario
a tus ojos de siempre ¡eternos!
es tan justa medida que la máscara
sea sin embargo tu cara.
cuando apareces en la rama fruta.
¿Por qué me engañaría
si tú - para cambiar de cara -
cambias un día
de edad?
El rostro de mañana,
fruto de las doncellas
líneas de hoy,
ha de traer un hueco necesario
a tus ojos de siempre ¡eternos!
es tan justa medida que la máscara
sea sin embargo tu cara.
Comentarios
Publicar un comentario