Cuando bailaba entre las tumbas sentía tu mirada.
Y aunque a mí no me crean percibía tu estado.
Cuando bebía agua en el manantial te vi a mi lado.
Y a pesar de que me has visto en danzas paganas,
te acercaste y me besaste.
Sacudiéndome me despertaste de la hipnosis,
nos largamos hacia el pantano.
Y es que de ti, ¡ay! no sé nada, nada, nada, nada.
Y es que de ti, ¡ay! no sé nada, nada, nada, nada.
Y es que no puedo verte a los ojos,
y es que te tengo mucho temor.
Y es que no puedo verte a los ojos,
y es que te tengo mucho temor.
En la masacre de la aldea seguías a mi lado
y me enseñaste el arcoiris que tu habías creado.
Me recostaste sobre el alba de mundos pasados
y me enseñaste cómo cohabitar dentro de un árbol.
Y a pesar de que me has visto en danzas paganas,
te acercaste y me besaste.
Sacudiéndome me despertaste de la hipnosis,
nos largamos hacia el pantano.
Y es que de ti... ¡ay! no sé nada, nada, nada, nada.
Y es que de ti... ¡ay! no sé nada, nada, nada, nada.
Y es que no puedo verte a los ojos,
y es que te tengo mucho temor.
Y es que no puedo verte a los ojos,
y es que te tengo mucho temor.
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