¿Ideas, ideas, ideas, no es acaso esto la poesía? se pregunta Odiseo. ¿No son las tramposas, las malditas ideas acaso el poema de la vida?... Ideas caminan por los ojos, para ver al demente engañador de papeles como hace el dibujo del alma desafortunada. Así lo dice el divino y sucio exiliado Rara avis se cubre con manto de oro, viejo ermitaño, con ojo resplandeciente mira todo y lo baña con fuego de Prometeo, con pluma empapada en tinta del alucinado. Es clamor, borboteo de lenguas, que se comen unas a otras, son símbolos que escuchan la forja de poema del alma, el cual se entrega a la angustia de mirar sólo su exilio: sin atender a los que le acompañan en el sendero encapotado, a este destino, del suicida en hora crepuscular. El poeta, corta en ideas, en gajos de realidad, la voz del invidente, que ciego es para ver la iluminación: oye en voz del otro, el otro, lo que la vida deshabitada de palabras, se convierte en arte de papeles para el mundo. De la tierra surge la ma...