En este libro se cuenta la historia de un hombre que ocupa el cuerpo de otro, centrado en el conflicto de personalidades.
*
En cada un a de nuestras vidas hay una noche en la que, si velamos con humildad y concentración, podemos producir unos de esos pensamientos que contribuyen a desenmascarar a Dios. A cambio, Dios también produce un pensamiento que contribuye a desenmascararnos a nosotros.
*
Saber que yo soy yo pero que a partir de ahora ya no sólo soy yo. Esto es: yo es yo y yo, no yo y el otro. El otro también es yo.No hay más otro porque yo soy ese otro. No yo + otro, sino yo = otro. La angustia nace de la dualidad. De ver al otro (o a mí mismo) afuera. Quizá tampoco hay afuera (con esta duda volvió el mareo, mucho más intenso que antes). Raúl Estrada y Rubén Rentería no existen más. Existo yo, que no es ninguno de los dos aunque es los dos. Y la última deducción, lacerante: no tengo nombre.
*
Sí creo en un más allá; con lo que no puedo es con el aquí (...) Estaba pensando... que últimamente yo sólo puedo creer en el aquí.
Solares, Ignacio. Anónimo. FCE.
Comentarios
Publicar un comentario