Los niños juegan con el cuerpo y las palabras
al mismo tiempo.
Se empujan, hacen sus contramarchas y torsiones,
se manotean la cara, se dan la espalda entre voces de mando,
ademanes de ruego o de reclamo.
Sólo con la edad
las palabras
se nos van separando de los cuerpos.
Comentarios
Publicar un comentario