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El converso - Juan José Arreola

   Y todo gracias a que yo quise vivir a la buena de Dios. Cosa sorprendente, vivir a la buena de Dios tra los peores resultados. A dios ofende una fe ciega; pide una fe vigilante, sobrecogida. Yo aniquilé totalmente la voluntad, y por mi espíritu y por mi cuerpo transitaron libremente los instintos y las virtudes. En vez de dedicarme a clasificar, puse todas las fuerzas en la fe, para hacer de mi quietismo una llama recóndita y potente; las acciones, las dejé al capricho de esa fuerza oscura y universal que mueve cuanto existe sobre la tierra.


Arreola, Juan José. Confabulario. Planeta-CONACULTA, México, págs.135-136

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