Ventana hacia la nada la calle
sin ti.
árboles, sus sombras raquíticas.
Imposibles los recuerdos.
Una garganta en espera
ayuna de paz.
Tuya la calma, no mía.
Aterrado silencio.
Allá las llegadas, los encuentros,
su postergación cícilica
sin azules a causa del gris.
Despoblado
de cara a una nula vanidad.
Vientos como mortaja.
Y toda esta sangre derramada
de espaldas a un pez
que herido suspira, boquea,
amor ahogado
y no puede más, suplica.
Qué lejos.
sin ti.
árboles, sus sombras raquíticas.
Imposibles los recuerdos.
Una garganta en espera
ayuna de paz.
Tuya la calma, no mía.
Aterrado silencio.
Allá las llegadas, los encuentros,
su postergación cícilica
sin azules a causa del gris.
Despoblado
de cara a una nula vanidad.
Vientos como mortaja.
Y toda esta sangre derramada
de espaldas a un pez
que herido suspira, boquea,
amor ahogado
y no puede más, suplica.
Qué lejos.
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