Aunque se rompa la caja
de mi canción, el sonido
ha de quedar siempre en pie
sobre el aire.
Firme, entero
aunque se rompa el cantar.
Yo canto mi pensamiento
y el pensamiento no es mío
sino de quien me lo da.
Cuando mi cuerpo está vivo,
canto lo que con él veo.
Cuando mi cuerpo se vaya
quedará lo visto enfermo.
Hoy con la guerra me muevo;
mañana será en la paz,
luego en la tierra deshecho.
Cante lo que voy pensando;
lo que prestado me dan
con la vida; lo que tengo
que entregar, cuando mi sangre,
marchita, se niegue a andar.
Nada tuve ni me llevo.
Cuando me llamaban vivo,
tan sólo estuve escondido
dentro de lo que poseo.
Que vuelca el barco a la mar,
que suba el pájaro al cielo
y mi voz vuelva a cantar.
de mi canción, el sonido
ha de quedar siempre en pie
sobre el aire.
Firme, entero
aunque se rompa el cantar.
Yo canto mi pensamiento
y el pensamiento no es mío
sino de quien me lo da.
Cuando mi cuerpo está vivo,
canto lo que con él veo.
Cuando mi cuerpo se vaya
quedará lo visto enfermo.
Hoy con la guerra me muevo;
mañana será en la paz,
luego en la tierra deshecho.
Cante lo que voy pensando;
lo que prestado me dan
con la vida; lo que tengo
que entregar, cuando mi sangre,
marchita, se niegue a andar.
Nada tuve ni me llevo.
Cuando me llamaban vivo,
tan sólo estuve escondido
dentro de lo que poseo.
Que vuelca el barco a la mar,
que suba el pájaro al cielo
y mi voz vuelva a cantar.
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