Sin tintas en la frente;
sin lenguas en los brazos,
ni razón; sin ejemplo,
todo mi pecho blanco
sin posible escritura,
ya por fin, despegado
de esta carta de historia,
a mi papel escapo
sin palabras, sin nombres,
sin memoria en las manos,
sin pluma, el Tiempo muerto
sin rostro y sin Espacio.
¡Qué francos mis sentidos
alzan sus limpios tallos,
igual que cinco fuentes
bajo el sueño manando!
Roto el lazo del mundo,
aun vivo, desclavado
del hueso y de la uña,
dejo mi sombra abajo
presa entre sus perfiles
y sin letra, de un salto,
como un pájaro la viento
sobre la luz me abro.
¡Qué sereno en el cielo
mi corazón sin labios,
sueña libre, desnudo,
flotando como un barco!
Mientras que sobre el suelo
mi cuerpo desplumado,
¡qué papel sin espejos
enreda entre tus manos!
sin lenguas en los brazos,
ni razón; sin ejemplo,
todo mi pecho blanco
sin posible escritura,
ya por fin, despegado
de esta carta de historia,
a mi papel escapo
sin palabras, sin nombres,
sin memoria en las manos,
sin pluma, el Tiempo muerto
sin rostro y sin Espacio.
¡Qué francos mis sentidos
alzan sus limpios tallos,
igual que cinco fuentes
bajo el sueño manando!
Roto el lazo del mundo,
aun vivo, desclavado
del hueso y de la uña,
dejo mi sombra abajo
presa entre sus perfiles
y sin letra, de un salto,
como un pájaro la viento
sobre la luz me abro.
¡Qué sereno en el cielo
mi corazón sin labios,
sueña libre, desnudo,
flotando como un barco!
Mientras que sobre el suelo
mi cuerpo desplumado,
¡qué papel sin espejos
enreda entre tus manos!
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