No hay hilo que conduzca a la salida
del laberinto.
Al compás de nuestros pasos
arrastramos
cadenas de necesidad.
¿Qué nos queda?
Volver sobre lo mismo,
o en el profundo sueño
de hormigas aferradas
a la naranja
que se traslada y gira,
penetrar
al único hechizo de cada noche
y al prodigio de cada día,
despertar.
del laberinto.
Al compás de nuestros pasos
arrastramos
cadenas de necesidad.
¿Qué nos queda?
Volver sobre lo mismo,
o en el profundo sueño
de hormigas aferradas
a la naranja
que se traslada y gira,
penetrar
al único hechizo de cada noche
y al prodigio de cada día,
despertar.
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